Kristen Stewart afirmó en una entrevista en 2019: "no puedo esperar a pedirle matrimonio a mi novia", cuando llevaban solo unos meses saliendo (para nuestras lectoras más críticas: es solo una broma, no estamos perpetuando estereotipos).
Se habían conocido en 2014, en el rodaje de la película Spencer, donde Stewart da vida a la princesa Diana. Y aunque en ese momento se gustaron, tendrían que esperar 5 años para que surgiera el amor. “Era muy tarde, y estábamos en un bar de mierda, y sus amigos estaban allí. Cuando se marcharon yo estaba como, ‘Ay, Dios, estoy tan jodidamente enamorada de ti’. Hecho”, contó en aquella entrevista recordando cuando le pidió salir a Dylan. “No parecía nada serio, pero también era muy obvio. Simplemente lo era”, agregó. “Las dos somos de Los Ángeles y lo amamos. Las dos somos unas cabronas. Ambas nos sentíamos como trolls de pequeñas. Somos muy similares, pero a la vez diferentes. Ella es escritora y es brillante”.
Dos años después, en 2021, se comprometieron. “Nos vamos a casar, vamos a hacerlo”, dijo la actriz. “Quería que me propusiera matrimonio, así que creo que le dejé muy claro lo que quería y ella lo clavó”.
Dylan Meyer es escritora y guionista, amante de la naturaleza y los animales. Hace un par de cumpleaños de Kristen subió a sus redes una foto de ambas junto a un romántico e inspirador mensaje: “Es el cumpleaños de mi persona favorita y les deseo a todos llegar a tener los bonitos sentimientos que yo tengo por ella. Es un viaje corto en esta tierra, así que gasta tu tiempo con alguien que te inspire a ser la mejor versión de ti mismo”.
"Feliz San Valentín a mi crush número uno, la mamá gata más sexy del juego. Me gustas muchísimo".
El 8 de marzo la veremos en un nuevo papel lésbico, en la película Love Lies Bleeding. Kristen interpreta a Lou, gerenta de un gimnasio que se enamora a primera vista de Jackie, una ambiciosa fisicoculturista a la que interpreta Katy M. O'Brian. Por suerte para Lou la atracción es recíproca, por lo que empiezan una apasionada relación que se ve interrumpida no por una ex, no, sino que por el padre psicópata de Lou (Ed Harris), al que persigue el FBI.
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